Con la invención de Macintosh en 1984, Steve Jobs comercializó la computación gráfica moderna. Pero supervisó otro invento de esa época que fue igual de brillante pero que nadie menciona en estos días.
Lo que he aprendido en alta tecnología es que existe una línea muy, muy fina entre el éxito y el fracaso. Es una industria en la que corres riesgos constantemente, especialmente si eres una empresa como Apple, que vive constantemente al límite.
Su probabilidad de estar en un lado de esa línea o en el otro lado de la línea es aproximadamente igual. A veces... se equivocaba tácticamente en varias cosas. No pondría un disco duro en el Macintosh. Cuando alguien le preguntó acerca de las comunicaciones, arrojó un pequeño disco al otro lado de la habitación y dijo: "Eso es todo lo que necesitaremos ". Por otro lado, Steve lideró el desarrollo de lo que se llamó AppleTalk y AppleLink. AppleTalk eran las comunicaciones que permitían que Macintosh se comunicara con la impresora láser que permitía... la autoedición.
AppleTalk fue brillante en su día. Fue tan brillante como el Macintosh. Fue otro ejemplo de cómo utilizar un enfoque minimalista y resolver un problema que nadie más pensó que era un problema que necesitaba ser resuelto. Steve estaba resolviendo problemas en los años 80 que resultaron, 15, 20 años después, ser exactamente los problemas correctos en los que trabajar. El desafío era que estábamos a décadas de que la tecnología fuera lo suficientemente homogeneizada y poderosa como para poder comercializar todas esas cosas. En muchos casos, estaba muy adelantado a su tiempo.